La lengua contamina a la persona entera (St 3,1-10). Las palabras del Señor son palabras auténticas, como plata limpia de ganga, refinada siete veces (Sal 12). Transfiguración y desfiguración (Mc 9,2-13). Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo (Is 43,18-25). Dichoso el que cuida del débil y del pobre (Sal 41). Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros (2 Co 1,18-22). Los cojos andan, señal del Evangelio (Mc 2,1-12).

Llevad a la práctica la palabra y no os limitéis a escucharla (St 1,19-27). ¿Quién puede habitar en tu monte santo? El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua (Sal 14). Los ciegos ven, señal del Evangelio (Mc 8,22-26).

Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque, una vez aquilatado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que lo aman (St 1,12-18). Dichoso el hombre a quien tú educas, al que enseñas tu ley, dándole descanso tras los años duros (Sal 94). Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes (Mc 8,14-21). De recortes, ajustes y derechos: la ciudadanía despojada, artículo de Emilio J. Gómez Ciriano, Universidad de Castilla-La Mancha.

Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia (St 1,1-11). Somos su pueblo y ovejas de su rebaño (Sal 100). Interrogantes de Job: ¿por qué a mi? (Jb 31).

Una mancha en la piel (Lv 13,1-46). El reconocimiento del pecado obtiene su perdón (Sal 32). No déis motivo de escándalo (1 Co 10,31-11,1). Los leprosos quedan limpios, señal del Evangelio. Si quieres, puedes limpiarme (Mc 1,40-41).

Otro Papa, que este no vale. Uno que sepa administrar.

XXV aniversario de la Asociación Comunidad de Ayala. Su fundación sobre los santos montes ama el Señor (Sal 87). No he de descansar hasta que encuentre un lugar para el Señor (Sal 132). En el desierto erraban, por la estepa, no encontraban camino de ciudad habitada, hambrientos y sedientos desfallecía en ellos su alma (Sal 107). En el desierto erraban, por la estepa, no encontraban camino de ciudad habitada, hambrientos y sedientos desfallecía en ellos su alma (Sal 107).

Hasta el pajarillo ha encontrado una casa (Sal 84). Anuláis la palabra de Dios por vuestra tradición (Mc 7,1-13). Crítica de la película 'Juan Pablo I, la sonrisa de Dios'. Encuentro con el grupo de Avila. Himno de acción de gracias (Eclo 51,1-12). Catequesis sobre el Desierto. La sonrisa de Dios.

La figura de Job, experiencia de la condición humana (Jb 7,1-7). El Señor reconstruye Jerusalén, sana los corazones destrozados, venda sus heridas (Sal 147). ¡Ay de mi si no anuncio el Evangelio! (1 Co 9,16-23). Recorrió toda Galilea, enseñando en las sinagogas y expulsando los demonios (Mc 1,29-39). Como bajan la lluvia y la nieve del cielo y no vuelven allá sino después de empapar la tierra, de fecundarla y hacerla germinar, así será mi palabra, que sale de mi boca; no volverá a mi vacía, sino que hará mi voluntad y cumplirá mi encargo (Is 55,10-11). Nevada sobre Roma.

Encuentro con el grupo de la Fortuna. Portones, alzad los dinteles (Sal 24). Acuérdate de la comunidad que de antiguo adquiriste (Sal 74).