En el principio era la palabra
 

LEYENDA DE COMPOSTELA

 

1.      Cada año podemos comprobar el peso social, político y religioso que tiene la fiesta de Santiago. Sorprende más si se considera la falta de fundamento que tiene la leyenda de Compostela. Pero no parece importar: es la fiesta de Santiago, patrón de España. Veamos los datos más importantes de este caso típico de religiosidad popular.

2.      Con gran sobriedad, en los Hechos de los Apóstoles se da la noticia del martirio de Santiago, hijo de Zebedeo, pescador de Galilea y uno de los primeros discípulos de Jesús (Mt 4,22). Herodes Agripa lo mandó decapitar hacia el año 44: Hizo morir por la espada a Santiago, el hermano de Juan (Hch 12,2).

3.      A los hermanos Santiago y Juan, Jesús los llama hijos del trueno (Mc 3,17). Apoyados por su madre, provocan la indignación de los demás discípulos por aspirar a los primeros puestos (Mt 20,24). A Santiago se le llama el Mayor para distinguirle del Menor, el hermano del Señor (Ga 1,19), que desempeña un papel importante en la primera comunidad cristiana (Hch 12,17;15,13;21,18) y se le considera autor de la carta que lleva su nombre; muere mártir hacia el 62 (Josefo, Hegesipo).

4.      En el Nuevo Testamento nada se dice de una supuesta venida de Santiago el Mayor a España. En cualquier caso, el cristianismo arraiga pronto en nuestro país: "El tráfico entre Roma y la península Ibérica era intenso y abundante. Comerciantes, colonos, esclavos y una abigarrada multitud de gentes afluían de una parte a otra, y viceversa" (Galmés).

5.      En la carta a los Romanos, quien piensa venir es Pablo (Rm 15,24.28). San Clemente Romano, en una carta a los fieles de Corinto (hacia el año 96 d.C.), supone que vino: "Pablo..., hecho heraldo de Cristo en Oriente y Occidente, alcanzó la noble fama de su fe; y después de haber enseñado a todo el mundo la justicia y de haber llegado hasta el límite del Occidente y dado su testimonio ante los príncipes, salió de este mundo y marchó al lugar santo, dejándonos el más alto dechado de paciencia".      Otros testimonios dicen lo mismo: el Fragmento de Muratori, de finales del s.II; unas Actas apócrifas del s. III, San Jerónimo y algunos autores más del s.IV.

6.      Manuscritos posteriores hablan de siete "varones apostólicos" que los santos apóstoles Pedro y Pablo envían a España para predicar la fe: Torcuato, Ctesifón, Indalecio, Eufrasio, Cecilio, Hesiquio y Segundo, los primeros que ocuparían las sedes episcopales de Guadix, Beja, Urci, Andújar, Carteya, Avila (Abla) y Granada.De la venida de Santiago a España dice algo, entre otros, San Jerónimo, también los Catálogos apostólicos de los siglos IV y V. El Breviario de los Apóstoles del s. VII afirma: "Jacobo, que significa suplantador, hijo de Zebedeo, hermano de Juan. Predica en España y en las regiones de Occidente. Murió degollado por Herodes y fue sepultado en Achaia marmórica".

7.      A finales del siglo XVI, cuando el papa Clemente VIII mandó hacer la revisión del breviario, hizo suprimir de él la frase introducida por San Pío V: “Santiago recorrió España y predicó el Evangelio”. Urbano VIII la restablece de nuevo, pero la polémica sigue después. “Tampoco tenemos testimonios primitivos que confirmen las tradiciones que afloran alrededor de Santiago, entre ellas las de la Virgen del Pilar. Sólo se habla de ésta en un documento fechado a finales del siglo XIII; y del sepulcro del Apóstol, las primeras noticias que tenemos no pasan del siglo IX" (Martín Hernández).

8.      He aquí la leyenda sobre el sepulcro del Apóstol, la leyenda de Compostela: “La tradición nos cuenta cómo su cuerpo es recogido por sus discípulos que lo trasladan en una nave a Iria Flavia, entonces floreciente puerto romano”. De la travesía marina surge la popular leyenda de las vieiras. Un jinete, que acompaña por tierra a la barca del apóstol en su recorrido por las costas gallegas, se hunde, envuelto en las riendas del corcel, para aparecer recubierto por conchas de vieira. De ahí el empleo de la concha como símbolo del peregrino. Llevan el cuerpo tierra adentro, atravesando los dominios de la reina Lupa, en cuya presencia los discípulos (Atanasio y Teodoro) amansan unos toros. La reina se convierte al cristianismo, cediendo unos terrenos para el enterramiento. Empiezan a visitar el lugar los fieles cristianos hasta que Vespasiano prohíbe estas reuniones en 257. Por estas razones, se oculta el monumento y pronto queda olvidado.

9.      En el año 813 corren noticias de que el monje Pelayo (que atendía la comunidad de San Fiz) había visto resplandores y oído cánticos celestiales en un bosque cercano. Se notifica el suceso al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, que acude a comprobar el hecho y así se descubren los restos de una pequeña cripta con los sepulcros de Santiago y sus discípulos, y una lápida con inscripción que lo ratificaba. Al enterarse el rey Alfonso II el Casto lo comunica a Carlomagno y a León III, quien mediante una bula lo pone en conocimiento de la cristiandad. En el año 844, durante el reinado de Ramiro I, tiene lugar la batalla de Clavijo contra los moros; según la leyenda, Santiago aparece en la lucha, contribuyendo a la victoria, mientras las tropas cristianas atacan al grito de: ¡Santiago! ¡Cierra España!

10.  En 1105 es consagrado el altar mayor de la catedral por el obispo Gelmírez. En 1589, ante la amenaza de las tropas inglesas, el arzobispo Juan de Sanclemente toma la decisión de esconder los restos (supuestos) del apóstol y el lugar queda olvidado. En 1789 el cardenal Payá y Rico hallan los restos en el lugar hoy día marcado con una estrella, y en 1884 el papa León XIII por medio de la bula Deus omnipotens lo da a conocer a la cristiandad.

11.  Ante ésta y otras leyendas, conviene recordar el aviso de Pablo a Timoteo: Proclama la Palabra, ...vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana...apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas (2 Tm 4,4). La liturgia propia del día proclama la dimensión profética de la existencia apostólica: Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres (Hch 4,3-5,12), y la actualidad de la lucha de Pablo: Acosados, pero no abandonados (2 Co 4,7-15). El evangelio no lleva a figurar, sino a servir (Mt 20,20-28). Frente al choque de civilizaciones, es preciso promover la convivencia entre las distintas civilizaciones. Santiago no mata. A Santiago le mataron.