En el principio era la palabra
 

NO DA IGUAL

    1. La reencarnación es una vieja creencia que, de diversas formas, circula en nuestra sociedad. Incluso es aceptada por personas que se confiesan cristianas, como si fuera compatible con el cristianismo. Es preciso estar atentos. Además, hay algunos que os perturban y quieren deformar el Evangelio de Cristo (Ga 1,7). En realidad, no da igual: no es lo mismo reencarnación y resurrección. Jesús le dijo a Marta: Tu hermano resucitará (Jn 11,23). No le dijo otra cosa. Y Pablo es tajante: Cristo resucitó y los muertos resucitan. ¿Cómo? Se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual. (1 Co 15,44). Somos los mismos y en plenitud. Está en juego lo fundamental del Evangelio.
    2. La reencarnación es artículo de fe en algunas religiones, como el hinduismo y el budismo, y fue defendida por filósofos como Pitágoras y Platón. En la actualidad muchas sectas (esotéricas y espiritistas) siguen esta creencia, según la cual el alma sobrevive a la muerte y posteriormente vuelve a entrar en otro cuerpo, tantas veces como haga falta. Se habla así de pluralidad de existencias.
    3. El hinduismo se formó, a la llegada de los arios a la India (hacia 1500 a.C.), con elementos tomados tanto de los vencedores como de los vencidos. La realidad terrena es apariencia engañosa y fuente de dolor. Sólo se puede escapar al dolor por la negación de sí mismo y la meditación. El yo debe volver al todo (brahman). El que no sube tan alto, tiene que renacer después de su muerte, según la ley de causa y efecto (karma). La división de la sociedad en castas es una consecuencia.
    4. El budismo busca un equilibrio frente a la extrema negación de sí mismo. Hacia el año 500 a. C., nació Sidharta Gautama, por sobrenombre Buda (iluminado). La reencarnación y el paso a una forma de no-existir (nirvana) son elementos comunes de hinduismo y budismo. En el sujeto no hay nada estable y permanente, no hay más que una serie de energías que se entrecruzan y combinan según las leyes cósmicas. No hay lugar para Dios. Se dice que "algunos budistas se acuerdan de una o dos vidas anteriores", pero la imaginación da para mucho.
    5. Allan Kardec (1804-1869) está considerado como el fundador de la rama francesa del espiritismo moderno (El libro de los espíritus, 1857). Su verdadero nombre es Hipólito León Denizard Rivail. El pseudónimo viene del hecho de que se consideraba reencarnación del druida Kardec, sacerdote de los antiguos galos y britanos. El espiritismo, dice Kardec, "cumple todas las promesas de Cristo, considerándolo como el Consolador anunciado", "la primera revelación fue personificada en Moisés, la segunda en Cristo, la tercera no lo está en ningún individuo", ha sido hecha (en el siglo XIX) "simultáneamente sobre toda la tierra, a millones de personas, de todas las edades, de todos los tiempos y de todas las condiciones", "no suprime nada del Evangelio, lo completa" (El Génesis, Teorema, Barcelona, 1983, 26-38 y 386).
    6. La reencarnación es "una de las leyes más importantes" del espiritismo: "Por esta ley el hombre se explica todas las aparentes anomalías que presenta la vida humana; las diferencias de posición social; las muertes prematuras que, sin la reencarnación, harían inútiles para el alma las vidas de corta duración; la desigualdad de aptitudes intelectuales y morales", "con la preexistencia y la reencarnación, el hombre, al renacer, trae el germen de las pasadas imperfecciones y de los defectos que aún no ha corregido", "cada existencia le ofrece los medios para redimirse por la reparación, y de progresar, ya sea adquiriendo nuevos conocimientos, y esto hasta que estando suficientemente purificado, no tenga ya necesidad de la vida corporal" (32-35).
    7. La venida de Elías, que la tradición judía indicaba como la señal precursora del reino de Dios, se ha realizado ya en la persona de Juan Bautista, en su función profética y en su muerte violenta (Mt 17, 10-13; Ml 4,5). El espiritismo interpreta este pasaje en clave de reencarnación: "Como no podía volver sino con un cuerpo nuevo, es la consagración formal del principio de la pluralidad de las existencias". Otro texto sacado de contexto y mal interpretado es aquel en el que Jesús promete a sus discípulos el don del Espíritu. "Os guiará a la verdad completa" (Jn 16, 13). De este modo, dice Kardec, Jesús proclamaba implícitamente la necesidad de la reencarnación: "¿Cómo aquellos hombres podrían aprovecharse de la enseñanza más completa que ulteriormente había de darse, ni cómo estar mejor dispuestos para comprenderla si no habían de revivir? Jesucristo habría incurrido en una inconsecuencia si los hombres futuros habían de ser, según la creencia vulgar, hombres nuevos, almas salidas de la nada al nacer" (383-387).
    8. Veamos otros aspectos del espiritismo (Ted Andrews, Guías espirituales, Edaf, Madrid, 1997). Las clases de espíritus guía son muy diversos: humanos y no humanos (ángeles, devas, espíritus de la naturaleza y animales totémicos). Los guías humanos pueden ser: vivos o difuntos (24-26). Se aconseja lo siguiente: "pregúntele a los guías su nombre ya que ayuda a personalizar la relación. Confíe en el primer nombre que capte,...no es inusual que el nombre que le den no sea el verdadero", "algunos se presentarán a usted a través de colores o fragancias", también de sonidos, susurros y voces, "se han registrado muchos casos de posesión", aunque, dice Andrews, personalmente no ha encontrado ninguno (35-37), para lograr "una mayor energía y percepción espiritual" no se requiere "una impecable moralidad". La acupresión incluye masaje y presión sobre los puntos tradicionales de la acupuntura china. Las fragancias (hierbas, aceites, incienso) "son uno de los medios más efectivos de alterar la conciencia, de propiciar el contacto con los espíritus y de ayudar en la meditación" (51-57). Se usan diversas herramientas: péndulos, numerología, astrología, tarot (cartas), etc (62).
    9. El 29 de diciembre de 1993, en el programa "Todo es posible" de la primera cadena de la TV francesa, el presentador J.M. Morandini se recostó en un diván y siguió las indicaciones que se le hacían por medio de una voz tranquila similar a la que usan los hipnotizadores. Primero adoptó una posición "fetal", encogiéndose sobre sí mismo y después se estiró. Una vez que hubo recuperado la conciencia, declaró haber tenido la sensación de encontrarse en el campo, encarnando el papel de un campesino. Los estudios actuales sobre hipnosis ponen de relieve un hecho sorprendente: todo lo que se ha vivido en estado de hipnosis adquiere un alto grado de realidad, incluso cuando solamente haya sido sugerido.
    10. La Biblia prohibe expresamente las prácticas mágicas y espiritistas: No ha de haber en ti nadie... que practique adivinación, astrología, hechicería o magia, ningún encantador ni consultor de espectros o adivinos, ni evocador de muertos (Dt 18,11;ver Eclo 34,5-7). "Tanto los padres de la Iglesia como diversos concilios condenaron esas prácticas atribuyéndole un origen diabólico" (C. Vidal Manzanares, Diccionario de sectas y ocultismo, Ed. Verbo Divino, Estella, 1991).
    11. Sobre la reencarnación dice San Ireneo (hacia 115-203): "El Señor ha enseñado con claridad que las almas no pasan a cuerpos diferentes" (Contra herejes II, 34,1). A su vez, el presbítero oriental Orígenes (185-252) afirma lo siguiente: "Es una doctrina extraña a la Iglesia de Dios, que no ha sido transmitida por los apóstoles y que no aparece en ninguna parte en las Escrituras" (Comentario a S. Mateo XIII,1). La incompatibilidad con el cristianismo es total. Hay que estar atentos: El que no entra por la puerta, sino que escala por otro lado, ése es un ladrón y un salteador (Jn 10,1). Por eso no le abre el portero.