En el principio era la palabra
 

Fue el título del libro de José María Gironella, Un millón de muertos (1961). Así se tituló inicialmente la canción de Cecilia (1973), que tuvo problemas con la censura. Lo que pasó hace setenta años, cada vez se conoce mejor. Y es bueno conocerlo: “Todo lo descubierto es luz” (Ef 5,14). “Comenzó la sublevación por el procedimiento de liquidar físicamente al enemigo, y la respuesta fue del mismo género” (M. Tuñón de Lara). Pero ¿qué dijo y qué dice la Iglesia? La Guerra Civil ¿fue una cruzada o una locura? Ciertamente, “una guerra pasó por nuestra tierra como una maldición”: una “guerra entre los hijos de un mismo pueblo” (Pío XII), una “empresa pasional de odio y de violencia” (Gumersindo de Estella), una “inútil matanza fratricida” (Esteban Pinilla). Como se dice en el salmo 85, “Dios anuncia la paz a su pueblo con tal de que a su locura no retornen”. España con más de 114.000 desaparecidos es el segundo país del mundo, tras Camboya, con mayor número de muertos, cuyos restos no han sido recuperados ni identificados.

 

NADIE SUPO CUÁNTOS,

¡ UN MILLÓN DE MUERTOS!,

UN MILLÓN DE TUMBAS,

UN MILLÓN DE CUERPOS,

UN MILLÓN DE SOMBRAS,

UN MILLÓN DE DUELOS,

UN MILLÓN DE ROSAS,

UN MILLÓN DE SUEÑOS.

 

UN MILLÓN DE SOMBRAS,

UN MILLÓN DE DUELOS,

UN MILLÓN DE ROSAS,

UN MILLÓN DE SUEÑOS.

 

HOMBRES DEL ENGAÑO,

NO VENGÁIS CON CUENTOS,

NO VENGÁIS CON HIMNOS

NI ECHANDO INCIENSO,

NO VENGÁIS CON PALIO,

NO VENGÁIS CON REZOS,

NO VENGÁIS CON RITOS,

NO VENGÁIS AL TEMPLO.

 

UN MILLÓN DE SOMBRAS,

UN MILLÓN DE DUELOS,

UN MILLÓN DE ROSAS,

UN MILLÓN DE SUEÑOS.

 

NADIE SUPO CUÁNTOS,

¡UN MILLÓN DE MUERTOS!