En el principio era la palabra
 

LA RELACION DEL SINODO


El 13 de octubre, el cardenal Peter Erdo, relator general del Sínodo, ha dado a conocer la Relación que recoge las reflexiones sinodales sobre la familia. El documento tiene tres partes: el contexto y los desafíos de la familia, la mirada fija en Cristo, perspectivas pastorales.  El texto completo puede verse en Bollettino, Sala Stampa della Santa Sede. Algunos aspectos:
* En muchos contextos “se va difundiendo ampliamente la praxis de la convivencia antes del matrimonio o también de la convivencia no orientada a asumir la forma de un vínculo institucional” (7).
* Jesús mismo “reafirma la unión indisoluble entre el hombre y la mujer, mientras comprende que por la dureza de sus corazones Moisés les ha permitido repudiar a sus esposas, pero desde el principio no fue así (Mt 19,8). De tal modo, El muestra cómo la condescendencia divina acompaña siempre el camino humano, orientándolo a su principio, no sin antes pasar a través de la cruz” (14).
* Dos preguntas: ¿Qué posibilidades tienen los cónyuges que viven el fracaso de su matrimonio?, ¿Cómo es posible ofrecerles a ellos la ayuda de Cristo por medio del ministerio de la Iglesia? (17).
* A la luz de Lumen Gentium 8, “son sobre todo reafirmados los valores y la consistencia propia del matrimonio natural” (18), en la misma perspectiva, a la luz de Nostra aetate 2, “se aprecian los elementos positivos presentes en las otras religiones” (19), “se hace, por tanto, necesario un discernimiento espiritual acerca de las convivencias y de los matrimonios civiles y los divorciados vueltos a casar”, “compete a la Iglesia reconocer estas semillas del Verbo” (20), “una nueva dimensión de la pastoral familiar actual consiste en captar la realidad de los matrimonios civiles y, hechas las debidas diferencias, también de las convivencias”, “pueden ser vistos como un germen para acompañar el desarrollo hacia el sacramento del matrimonio. Muchas veces, en cambio, se establece no en vistas de un posible futuro matrimonio, sino sin alguna intención de establecer una relación institucional” (22), “lo positivo en las uniones civiles y en las convivencias” (36), las convivencias “ad experimentum” (37), “uniones de hecho”, mentalidad anti-institucional, gastos (38).
* Otros aspectos: “la primacía de la gracia” (27), diálogo (30), “arte del acompañar” (41).
* Diversas situaciones: “sanar las familias heridas” (40), separados, divorciados no vueltos a casar (45), divorciados vueltos a casar, “evitando cualquier lenguaje o actitud que les haga sentirse discriminados” (46), “aquellos que han sufrido injustamente la separación y el divorcio” (42).
* Diversas posturas: unos hablan de mantener la disciplina actual, otros de “camino penitencial” (47), otros de “comunión espiritual” (48), otros de agilizar los procesos de nulidad, “dar relevancia a la fe de los novios en orden a la validez del sacramento del matrimonio” (43).
* Homosexuales: “acoger a las personas homosexuales”, “tienen dones y cualidades para ofrecer a la comunidad” (50), “las uniones entre personas del mismo sexo no pueden ser equiparadas al matrimonio entre un hombre y una mujer” (51), “sin negar las problemáticas morales relacionadas con las uniones homosexuales, se toma en consideración que hay casos en que el apoyo mutuo, hasta el sacrificio, constituye un valioso soporte para la vida de las parejas”, en cuanto a los niños que conviven con personas del mismo sexo “en primer lugar se deben poner siempre las exigencias y los derechos de los pequeños” (52).  
* La caída de la natalidad “compromete la relación entre generaciones y hace que sea más incierta la mirada sobre el futuro. La apertura a la vida es exigencia intrínseca del amor conyugal” (53), “es necesario un lenguaje realista que sepa comenzar por la escucha de las personas y que sepa dar razones de la belleza y de la verdad de una apertura incondicional a la vida”, “sobre esta base se puede apoyar una enseñanza adecuada acerca de los métodos naturales que permita vivir de manera armónica y consciente la comunicación entre los esposos, en todas sus dimensiones,  junto a la responsabilidad generativa. En esta luz, se redescubre el mensaje de la encíclica Humanae vitae” (54).
* Comunidades acogedoras: “La Iglesia puede desarrollar un papel importante de apoyo a las familias, comenzando por la iniciación cristiana, a través de comunidades acogedoras” (57).
* Estas reflexiones sinodales “buscan plantear cuestiones e indicar perspectivas que deberán ser maduradas y precisadas por las Iglesias locales en el año que nos separa de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de obispos prevista para octubre de 2015” (58).