En el principio era la palabra
 

El expediente de adopción de Marina Jiali llegó a China el viernes 22 de febrero de 2002. Ese día pasamos José Ramón y yo camino de Asturias por delante de la ermita del Buen Suceso, en la provincia de León. Recordé el verano que entramos en ella para pedirle al Señor que nos regalara una hija. No podía imaginarme entonces lo increíble que iba a ser la historia de este buen suceso.