Fundación Betesda. Jornada de puertas abiertas en el nuevo centro de la c/ Gran Vía de Hortaleza, nº 27, de 10:00 a 17:00 horas. Ensancha el espacio de tu tienda (Is 54,1-10). Acción de gracias después de un peligro de muerte. Cambiaste mi luto en danzas (Sal 30). Encuentro con el grupo de Majadahonda.

Fiesta de San Juan de la Cruz. Bola de luz. Catequesis sobre el evangelio de la infancia: Magnificat. Guardado en el corazón. Su fundación sobre los santos montes ama el Señor (Sal 87).

Dejaré en medio de ti un pueblo pobre y humilde, que confiará en el Señor (Sof 3,1-13). Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca, mi alma se gloría en el Señor, que los humildes lo escuchen y se alegren (Sal 34). Parábola de los dos hijos (Mt 21,28-32). Felicitación del ISCA. ¡Qué detalle, Señor, has tenido conmigo!

Avanza la constelación de Jacob, y sube el cetro de Israel (Num 24,2-17). Vianda de Julián. Catequesis sobre el evangelio de la infancia: Magnificat. Guardado en el corazón. Su fundación sobre los santos montes ama el Señor (Sal 87).

Relato de vocación y misión. El espíritu del Señor está sobre mi. Señales del Evangelio. El año de gracia, el centenario. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios (Is 61,1-11). Proclama mi alma la grandeza del Señor (Lc 1). Programa de la comunidad: estad siempre alegres, constantes en la oración, tened la acción de gracias, no despreciéis el don de profecía, examinadlo todo y quedaos con lo bueno (1 Ts 5,16-24). Hubo un hombre enviado de Dios, que se llamaba Juan. Preparar al Señor un camino en el desierto, donde no lo hay (Jn 1,6-28). Presentación de Belén. Tríptico del nuevo centro de la Fundación Betesda. Premio en Lucena y semillas que dan fruto. Derechos humanos en Guatemala y en Cuba. Reconstrucción matrimonial. Danzas del mundo. Bendición de San Francisco de Asís.

Te guío por el camino que sigues (Is 48,17-19). Los dos caminos (Sal 1). Mi alegría es el camino de tus preceptos, más que todas las riquezas. Tus preceptos son mi delicia, tus decretos son mis consejeros. Más estimo yo los preceptos de tu boca, que miles de monedas de oro y plata. ¡Qué dulce al paladar tu promesa: más que miel en la boca! Tus preceptos son mi herencia perpetua, la alegría de mi corazón. Abro la boca y respiro, ansiando tus mandamientos (Sal 119).

Tentación radical (Gn 3,9-20). Cantad al Señor un cantar nuevo, porque ha hecho maravillas (Sal 96). El nos eligió en la persona de Cristo (Ef 1,3-12). Para Dios nada hay imposible (Lc 1,26-38). Por esta esperanza soy acusado. ¿Por qué tenéis por increíble que Dios resucite a los muertos? (Hch 26,2-8). Tú eres el origen.

Guardado en el corazón. Los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, corren sin cansarse, marchan sin fatigarse (Is 40,25-31). Dios es amor (Sal 103). Mi yugo es llevadero y mi carga ligera (Mt 11,28-30)

Del Señor ha salido este asunto (Gn 24). Las señales esperadas. Fortaleced las manos débiles, robusteced las rodillas vacilantes. Una calzada, que llamarán vía sacra, volverán por ella los rescatados del Señor (Is 35,1-10). Dios anuncia la paz con tal de que a su locura no retornen (Sal 85). Hoy hemos visto cosas admirables (Lc 5,17-26).

Boda de Adrián y Raquel. Que el Señor nos construya la casa (Sal 127). Oración por Milagros, madre de Almudena. Se paró el reloj. Súbete a un alto monte, alza fuerte la voz, di a las ciudades de Judá: Aquí está vuestro Dios. Dios anuncia la paz con tal de que a su locura no retornen (Sal 85). Un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia (2 P 3,8-14). Comienzo del evangelio de Jesús, Cristo, hijo de Dios (Mc 1,1-8).